La víctima estaba impedida de dejar el Convento San Bernardo de las Carmelitas Descalzas en Salta.
La monja mendocina, de apellido Díaz, fue rescatada en un allanamiento la semana pasada en el convento San Bernardo de las Carmelitas Descalzas en plena capital salteña. Esto se dio debido a la denuncia de una hermana de la religiosa de Mendoza que le había contado su intención de dejar el lugar pero las autoridades se lo impedían.
La investigación que encabezó el Ministerio Público Fiscal de Salta, que incluso creó una unidad especial para seguir el caso, está orientada a determinar si hubo privación ilegítima de la libertad no sólo de la monja de Mendoza sino de otra mujer de esa congregación que, sin embargo, pudo salir del encierro bajo un pretexto y no regresó.
Las dos víctimas declararon ante la Justicia y aunque no se dio información oficial al respecto, los medios de comunicación de Salta sentenciaron que ya están ratificados los hechos denunciados la semana pasada. Mientras tanto, se continúan tomando medidas para avanzar y poder esclarecer qué fue lo que realmente sucedió.
El fiscal penal número 2, Ramiro Ramos Ossorio, explicó a los periodistas: “A través de una hermana, la víctima había manifestado que quería abandonar la institución y dijo que se no se le otorgó la autorización. Expresó tener algunos problemas de salud y fue personal policial para constatar el estado. Las autoridades nunca abrieron la puerta para iniciar una instancia de diálogo, hasta que se ordenó el allanamiento”. Y añadió: “La persona damnificada tiene más de 30 años dentro del convento. Padece problemas de salud desde hace ocho años y siente que no recibía buenos tratos. Los bomberos tuvieron que entrar por el techo del edificio”.