El gobierno iraní intenta evitar el conocimiento de las causas por las cuales los pacientes ingresan al hospital y atentan contra la salud pública secuestrando ambulancias y atacando médicos.
La situación en Irán se ha vuelto cada vez más difícil para los médicos que trabajan en la salud pública. Los médicos que tratan a las víctimas de la represión del régimen están siendo presionados por las autoridades iraníes.
El régimen iraní ha estado ejerciendo presión sobre los médicos que trabajan en los hospitales públicos para que no atiendan a los heridos que resultaron de la represión del régimen en las protestas políticas.
La situación en Irán es profundamente preocupante, ya que va en contra de los principios éticos fundamentales de la atención médica. Los médicos tienen el deber de proporcionar atención médica a cualquier persona que la necesite, independientemente de su afiliación política o religiosa.
La presión ejercida por las autoridades iraníes sobre los médicos que atienden a las víctimas de la represión del régimen no solo es inmoral, sino que también pone en riesgo la vida de las personas que necesitan atención médica urgente. Es crucial que la comunidad internacional preste atención a esta situación y presione al régimen iraní para que permita a los médicos tratar a los heridos sin temor a represalias.