Según lo aprobado por los propios diputados y senadores, el país gasta un 123% más en sus sueldos en comparación al año pasado. 

Sin distinción de banderas políticas, la Legislatura bonaerense representa una caja negra dentro de la política provincial y uno de los principales gastos públicos. Los 138 legisladores se nutren de un sueldo multimillonario que generalmente aumenta cada fin de año. A tal punto que, este año, cada legislador le cuesta al Estado un promedio de $450 millones, un 123% más que en 2022. 

Dentro de los porcentajes, el incremento supera a la inflación anual en un 94,8%, y también representa el doble de la inflación esperada para el 2023. Un sueldo injustificado teniendo en cuenta que su tarea parlamentaria fue de sesionar una vez por mes durante el año pasado. 

“Hace tiempo que la Legislatura bonaerense es la ‘caja negra’ de la política. El presupuesto legislativo es parte de la ‘gobernabilidad’ de la provincia, más aún cuando los oficialismos son minoría. Nadie quiere romper un sistema del que todos lucran, por eso todos lo consienten”, explica un ex legislador que participó de la Legislatura provincial.