En la tercera jornada del juicio, declararon los seguridad de Le Brique, Pablo Ventura y el policía que realizó RCP al cuerpo de la víctima.
Este miércoles 4 de enero se llevó adelante la tercera jornada del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, con la declaración de otros amigos de la víctima, de personal de seguridad del boliche Le Brique y de Pablo Ventura, el joven remero de Zárate, que fue acusado de haber participado en la emboscada por los mismos rugbiers y que por tal motivo, erróneamente estuvo en prisión durante tres días.
Pablo Ventura fue detenido por el crimen de Báez Sosa el 19 de enero de 2020 en su casa de la ciudad bonaerense de Zárate y luego fue trasladado a Villa Gesell, donde quedó excarcelado por falta de pruebas el 21 de ese mismo mes por pedido de la fiscal de la causa Verónica Zamboni, y la orden del juez de Garantías David Mancinelli. Además, la familia Ventura, en su defensa, presentó material fílmico que consta que Pablo nunca estuvo en Villa Gesell, por el contrario, se encontraba en Zárate y el día del crimen estaba junto a sus padres en un restaurante.
El policía Máximo Rosso Suárez fue quien relató cómo encontró el cuerpo de Fernando Báez Sosa: “Encontré al chico tendido. Le faltaba la remera y las zapatillas, le habían puesto una campera, algo para taparlo”, recordó y continuó: “Veo que no se movía. Procedo a tomarle el pulso: no tenía. Me arrodillo, comienzo a hacerle maniobras de RCP, pido apoyo y una ambulancia”.
Minutos después, llegó un móvil de bomberos y luego una ambulancia para atender al joven. Con respecto a cómo encontró a Fernando: “Tenía sangre sobre la nariz y el torso desnudo. Le faltaban las zapatillas. Tenía un jean y nada más”, sentenció.
“Pregunté qué había pasado y me dijeron que hubo una pelea; y les pedí si podían informarme quiénes lo habían golpeado. Comuniqué a mi comisión los detalles que me brindaron: ‘Tres personas, uno camisa negra, otro rastas, camisa blanca rasgada’”, agregó.
Con su testimonio, finalizaba la tercera jornada del juicio.