La realidad de la justicia no escapa de la rutina, y se evidencia cada vez más su ineficiencia y lentitud en los procesos judiciales. Dejando la posibilidad de que enjuiciamientos como el de Cristina Kirchner, queden en pausa por años.
Hace años en Argentina los ciudadanos son conscientes que el sistema judicial no resuelve delitos graves ni problemas habituales como la inseguridad, irregularidades en el ámbito laboral, entre otros.
Ante estas problemáticas evidentes, aún no hay representantes que propongan un proyecto que vaya a contramano de una burocracia ineficaz.
Como consecuencia de un sistema disfuncional, el riesgo de que gran cantidad de delitos terminen en impunidad o en una condena no correspondiente, es elevado. La falta de recursos humanos profesionales, técnicos y el desempeño irregular, han provocado una interrupción dentro del sistema que desemboca en una completa falta de compromiso ante el ciudadano.
Reconocer estas problemáticas y ponerlas en agenda es un nuevo desafío que hoy exige la ciudadanía de cara al año electoral.